28 nov 2012
Jonás Huye de Dios
El Señor se dirigió a Jonás, hijo de
Amital, y le dijo:
2. Anda, vete a a la gran
Ciudad de Nínive y anuncia que voy a
destruirla, porque hasta mí ha llegado la noticia
de su maldad.
3. Pero Jonás, en lugar de
obedecer, trató de
huir del Señor, se fue al puerto
de Jope, donde
encontró un barco que estaba a
punto de salir
para Tarsis; entonces compró
pasaje y se embarcó
para ir allá.
4. Pero el Señor hizo que soplara
un
viento muy fuerte, y se levantó
en alta mar una
tempestad tan violenta que
parecía que el barco
iba a hacerse pedazos.
5. Los marineros estaban
llenos de miedo, y cada uno
invocaba a su dios.
Por fin, para aligerar el barco,
echaron toda la
carga al mar. Jonás mientras
tanto, había quedado
profundamente dormido.
6. Entonces el capitán
fue a donde estaba Jonás, y le
dijo:
-¿Qué haces tú ahí, dormilón?¡Levántate
y clama a tu Dios! Talvez quiera ocuparse de
nosotros y nos ponga a salvo.
7. Entre tanto, los marineros se
decían unos a
otros: -Vamos a echar suertes, para ver quién
tiene la culpa de esta desgracia.
Echaron pues, suertes, y Jonás
resultó ser el culpable.
8. Entonces le dijeron:
-Dinos por qué nos ha venido esta desgracia.
¿Qué negocio te ha traído aquí? ¿De dónde
vienes? ¿Cuál es tu país?¿De que raza eres?
9. Jonás le contestó:
-Soy hebreo, y rindo culto al Señor, el Dios
del cielo, creador del mar y de la tierra.
10-11 Jonás contó a los marineros
que él
estaba huyendo de Señor, y ellos
al oírlo y al ver
que el mar se agitaba más y más,
sintieron
mucho miedo y le preguntaron:
-¿Por qué has hecho esto? Qué podemos
hacer contigo para que el mar se calme?
12. –Pues échenme al mar, y el mar se calmará-
contestó Jonás-. Yo sé bien que soy
el culpable de que esta tremenda tempestad se
les haya venido encima.
13. Los marineros se pusieron a
remar con
todas sus fuerzas para acercarse
a tierra, pero
no lo lograron, porque el mar se
embravecía
cada vez más.
14. Entonces clamaron al Señor y
dijeron: “Señor, no nos dejes morir por culpa
de este hombre. Y si es inocente, no nos hagas
responsables de su muerte, porque tú, señor,
actúas según tu voluntad.”
15. Dicho esto, echaron a Jonás
al mar, y el
mar se calmó.
16. Al verlo, los marineros
sintieron una profunda
reverencia por el Señor, y le
ofrecieron un
sacrificio y le hicieron
promesas.
17. Entre tanto, el Señor había
dispuesto un
enorme pez para que se tragara a
Jonás. Y Jonás
pasó tres días y tres noches
dentro del pez.
0 comentarios:
Publicar un comentario